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martes, 25 de julio de 2017

Salamanca ... en el Género Chico.



Portada del libreto

Seb.
Buenos días, Don Hilarión.

Hil.
Buenos los tenga usted, Don Sebastián. ¿Cómo estamos?

Seb.
Yo bien, aguantando estoicamente estos calores, pero bien …

Hil.
¡Calores, calores! Siempre exagerando. Para calor, calor, lo que se dice calor de verdad, el que pasamos el 17 de febrero de 1894, en el Teatro Apolo. ¿Se acuerda?

Seb.
¡No me voy a acordar! Ese día, usted y yo, nacimos para el teatro; en ese día, mejor dicho en esa noche, se asentó nuestra amistad para los restos…

Pero creo que no me ha llamado usted para esto. Sospecho que hay algo muy importante.

Hil.
Tiene razón, Don Sebastián, tiene muchísima razón. No le hecho venir para hablar del calor, para eso ya están los del tiempo. Le he mandado llamar para darle una noticia, una noticia de alcance, una de las más importantes que puedan darse. La noticia de un nacimiento.

Seb.
¡No me diga que ha sido usted abuelo!


Escena del primer cuadro

Hil.
¿Abuelo? ¡Yo? ¡No, ni hablar! ya sabe usted que en mi familia todos los hombres hemos sido solteros. Es tradición.

Pero sí, en cierto modo tiene usted razón. En cierto modo, usted y yo hemos sido “abuelos”, por lo menos, porque ha nacido una nueva zarzuela.

Seb.
¿Una zarzuela nueva?

Hil.
Sí, amigo mío. Una zarzuela recién nacida, que me atrevo a considerar heredera de nuestra tradición del género chico.

Seb.
No puedo creerlo. Perdóneme, Don Hilarión, ¿no le habrá dado a usted un golpe de calor?

Hil.
¡Déjese de bromas! ¡Un golpe de calor!... ¡Si casi me quedo helado cuando me enteré!

Seb.
¡Estoy en ascuas! ¡Y no es por el calor! ¡Deme usted los datos! ¿Cómo se titula la obra? ¿Quién la ha escrito? ¿De qué trata? ¿Dónde se ha estrenado?

Hil.
Tome nota Don Hilarión. La obra se llama Salamanca o La singular verbena del Paseo de la Estación, comedia lírica en dos actos y seis cuadros

Seb.
¿Dos actos? ¿No dijo usted antes “género chico”?

Hil.
No me sea tiquismiquis, Don Sebastián. Un acto o dos, ¿qué más da? Lo importante es el espíritu. Y le aseguro que el alma del género chico respira por los poros de Salamanca.

Autor de la letra y de la música: Francisco José Álvarez, compositor, musicólogo y profesor de música, madrileño de nacimiento y salmantino de adopción.

Seb.
Y enamorado de la zarzuela, supongo.

Hil.
Seguro; no podría ser de otra manera.

La zarzuela ha sido estrenada en Salamanca, el 9 de junio de 2017, en el Teatro Liceo de la ciudad charra.

Seb.
¿En Salamanca…? No es un lugar muy zarzuelero …

Hil.
Hoy no, pero lo fue. Hace tiempo Salamanca era destino obligado de las giras de las compañías madrileñas que llevaban lo más aplaudido del repertorio, contando con la colaboración de músicos locales.

Seb.
¿Y los intérpretes…?

Hil.
No creo que los conozca usted, son en su mayoría artistas locales, pero voy a darle sus nombres, aunque sólo sea para que quede constancia, y para que pasen a la historia con esta Salamanca, si es que pasa, como ya lo está la ciudad que le da nombre, la Ciudad de Cultura y Saberes.
 
Escena de la zarzuela

Tome nota:
Amparo Marcos, soprano, joven artesana aficionada al baile, fue Clara Martín; Inés Redondo, soprano, en el rol de Irene Sánchez, amiga de Clara; Alejandro Gago, tenor, dio vida a Alfredo, enamorado de Clara; Adolfo Muñoz, tenor, hizo el papel de Mario Bretón, hijo de Tomás Bretón. Junto a ellos una serie de actores (José Ignacio Cotobal, Matías Cañizal, Txema Solana, Alejandro Céspedes, Antonio Santos, Rubén González …, dieron vida a distintos personajes.

El resto de intérpretes fueron el Coro Ciudad de Salamanca, el Grupo de Coros y Danzas “Montaraces y Charros”, de Salamanca y la Banda Municipal de Salamanca. Director musical: Mario Vercher y director de escena: Francisco José Álvarez.

Seb.
¿Y el argumento?¿De qué va?

Hil.
Pues verá usted, entre costumbrista e histórico; entre humorístico y reivindicativo; con sus toques amorosos y sentimentales, con sus chistes, y con su moraleja.

Seb.
¡Por Dios, Don Hilarión! Esa descripción vale para cientos de zarzuelas. Esto es como la vida misma.

Hil.
¡Pues claro! ¿No se ha dado usted cuenta de que muchas, muchísimas zarzuelas, son un retrato de la vida cotidiana. un retrato algo desdibujado, pero real; un retrato quizá difuminado, pero certero. Con sus luces y sus sombras, con su primer plano y su paisaje de acompañamiento.

Seb.
Lo sé, lo sé. Lo sabe todo el mundo.

Hil.
No lo crea. En esta España nuestra el teatro lírico tiene casi 500 a las espaldas y todavía hay gente que desconoce los fundamentos básicos de la zarzuela.

En fin, ahí va el resumen argumental de Salamanca:

El ayuntamiento ha convocado un concurso de verbenas al que Alfredo se presentará para, con esta excusa, enamorar a Clara, gran aficionada al baile. Durante varios días, Alfredo y sus amigos solventarán la variedad de problemas que se presentan para organizar la verbena. A pesar de sus escasas posibilidades económicas, consigue la participación de la Banda “El 1º de Mayo”, cuyo director es Pablo Marcial, aunque el día del baile no podrá dirigir por tener función en el Liceo. En su lugar, estará en el podio, Mario Bretón, músico pretencioso y arrogante, que nada sabe del repertorio, aunque sea hijo del famoso compositor.

Durante los preparativos de la verbena, Alfredo se encuentra con Clara y se da cuenta del interés de la joven por el hijo de Bretón. Se va desilusionado. Será Irene quien abra los ojos a Clara y le haga ver que Alfredo bebe los vientos por ella.

Paseo de la Estación, el día de verbena. Alfredo lamenta su mala suerte. Todos esperan que comience la música, pero Mario no aparece. Alfredo tiene que ponerse al frente de la banda, ayudado por Antonio el Portugués que sabe música. Alfredo sale bien del paso,  lo que impresiona a Clara. Los amigos de Alfredo se presentan con Bernardo García-Bernalt, discípulo del organista de la Catedral Dámaso Ledesma, que dirigirá la banda durante toda la noche y gratis. Clara se acerca a Alfredo y confiesa que ha ido a la verbena buscándole a él y no a Mario. Los dos se abrazan. Un funcionario anuncia que la verbena del Paseo de la Estación ha ganado las 500 pesetas del premio.

Seb.
Oiga, Don Hilarión, no tiene mala pinta. Clásico, tradicional, previsible … como en otra muchas zarzuelas. Pero lo importante no es el tema; enamorados que no lo parecen pero que terminan unidos … los hay a centenares en el teatro.  Lo que interesa es cómo se desarrolla.

Hil.
A mí me ha parecido bien, bastante bien. un diálogo ágil, un lenguaje popular, chistes y guiños humorísticos frecuentes y graciosos, referencias a detalles locales, el café Novelty, los baños de Ledesma, don Tomás Bretón o don Dámaso Ledesma… Y lo más destacable, el bien trazado retrato de los personajes.
 
Algunos de los intérpretes el día de la presentación.
Seb.
¿Y la música? ¿Qué me dice usted de la música?

Hil.
Pues … música de corte popular, como corresponde a una obra de este tipo. Pasodobles, jotas, ritmos bailables… No muy difíciles para los solistas, pero con algún momento comprometido. En total diez números musicales entre romanzas de los protagonistas, dúos, un terceto e, incluso, una jota popular que bailó el Grupo de Coros y Danzas. El público ha aplaudido con entusiasmo.

Seb.
Muy bien, Don Hilarión. Por lo que me cuenta, Salamanca, la zarzuela, le ha gustado.
 
Hil.
Pues sí, la verdad es que sí. Es una obra tradicional, como le digo, pero bien hecha, que entretiene y gusta. A muchos les parecerá antigua, desfasada y fuera de lugar. A esos traidores al género, a los que se consideran a sí mismos representantes de las necesidades culturales de los demás, a los que se lucran con arreglos y modernizaciones …  los creadores de Salamanca o La singular verbena del Paseo de la Estación, les dan demostrado que a 123 años del estreno de aquella otra verbena, la de la Paloma, es posible crear una nueva zarzuela interesante y entretenida.

Seb.
¿Y cuándo podremos verla en los madriles?

Hil.
Ay, amigo mío! No lo sé, y mucho me temo …

Pero escúcheme bien: me consta que se va a montar en alguna otra ciudad salmantina. En cuanto me entere de dónde y cuándo, si a usted le parece bien, nos montamos una excursión a tierras charras y nos damos un homenaje zarzuelero.

Seb.
¡Voy preparando el equipaje!

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