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martes, 22 de mayo de 2018

La opinión de Daniel Bianco.




Tras la presentación de la Temporada 2018-10, y ante la situación extraordinaria del Teatro de la Zarzuela y su futuro (el de sus trabajadores, el de sus espectadores y el del propio género lírico), planteada por el Real Decreto que fusiona este coliseo con el Teatro Real, los asistentes que llenaban el patio de butacas y algunas otras localidades, deseaban conocer detalles de la situación.

Daniel Bianco, Director de la Zarzuela, a pesar de no haber tenido parte activa een el proceso, decidió expresar algunas opiniones sobre el particular y leyó un discurso comedido y sensato, sin descalificaciones hacia nadie, pero expresando su punto de vista sobre el tema con claridad meridiana. Por su interés lo reproducimos, agradeciendo al Sr. Bianco, no sólo su postura sino su ejemplar proceder y dando ejemplo de respeto a la opinión pública, en una actitud que quisiéramos habr visto en otros protagonistas del proceso.

Este fue el discurso.

Daniel Bianco durante la lectura de su discurso.

LA TEMPORADA 2018/2019 ESTÁ PRESENTADA…
Y ahora podría dar por finalizado mi discurso y contestar a las preguntas que me hagáis a propósito de la temporada, o seguir el discurso que todos esperáis sobre la nueva situación del teatro.


Ayer me decía a mí mismo; "si lo esperan, tengo que decir algo". Y una vez resuelto esto, veía tres posibilidades:

* Mentir a todo el mundo.
* Decir lo políticamente correcto y después morir de una subida de tensión, o
* Hacer un poco de historia y decir la verdad.


Pues voy a hacer algo de historia, porque la mentira tiene las patas cortas. Intercalaré en mi discurso historia, cifras e intenciones.
 

Estoy en el escenario de este teatro para el que he trabajado literalmente día y noche sin descanso, durante dos años y 7 meses. Porque mi vida es el teatro;K gané un concurso que requería la presentación de un proyecto, el mismo que he llevado a la realidad con éxito y aquí las cifras que así lo demuestran. Quiero resaltar tres datos muy importantes. En dos años y medio:
- Hemos bajado en nueve años la edad media del público.
- Hemos alcanzado un 88% de ocupación media.
- Hemos situado al teatro de la zarzuela en el mapa, ganando una cuota de visibilidad
notablemente superior a la de los últimos años.
- Hoy el teatro de la zarzuela es reconocible para muchos y ocupa un espacio en la ciudad y sus
gentes. Un ejemplo notable de ello es el concierto que hicimos el pasado domingo en la
Plaza Mayor, en el que hemos repetido el éxito del año anterior, superando los 8.000
espectadores.
-La zarzuela está viva.


Y doy estos datos porque creo que es un error pensar que el éxito sólo radica en las cifras
económicas, es más pienso que es inadmisible tratándose de la cultura.



Era aquel un concurso que cumplía estrictamente el código de buenas prácticas y
que yo pienso seguir aplicando porque lo aprendí en mi casa, porque me lo enseñaron mis
padres y porque como lo conozco de siempre no tengo miedo a las consecuencias que se
derivan de seguirlo. 


Ahora comienza una nueva aventura, que puede… espero… esperamos y “deseamos
fervientemente” que sea…”buena”. Y desde el uso de la palabra que me otorga la edad, la
experiencia y la soledad que siento hoy estando tan acompañado por todos vosotros, ruego que
sea “excelente”, que sea lo mejor para el teatro de la zarzuela, para sus trabajadores, para el
género, para la música de España y para el público, no nos olvidemos de ellos.
 

Es una aventura que quiere contar con un sistema jurídico útil para agilizar la gestión bajo el amparo de una fundación. Una fundación puede ser algo bueno. Son muchos los teatros que funcionan por medio de una fundación y cumplen un servicio público extraordinario, presentando espectáculos de la más alta calidad a un precio asequible para todos los públicos. El Teatre Lliure de Barcelona, el Teatro de la Abadía de Madrid o el Piccolo de Milán son sólo tres ejemplos de los muchos que podrían citarse. Pero no debemos olvidar el objetivo que hizo nacer y crecer este teatro de la
zarzuela durante tantas generaciones “salvaguardar el género y a sus intérpretes”. Para eso nació y creció el teatro de la zarzuela.


El teatro goza de buena salud… a esta fecha no hay ninguna deuda en nuestras cuentas, dos
temporadas realizadas… hoy presentamos la tercera… en fin, la circunstancia no puede ser
más feliz… Pero en la cabeza de muchos planea la incertidumbre, la incertidumbre “lógica” de una
situación nueva.


Y como yo no sé pasar de perfil ni aunque no quepa de frente, aprovecho la oportunidad para
dar las gracias y apoyar a los trabajadores con los que he convivido estos casi tres años, que
sé,-lo veo todos los días - que lo están pasando mal, es más... muy mal.


Habla un hombre que ha pasado durante 35 años por todos los departamentos que configuran un teatro, que he trabajado en todos los teatro del INAEM, además de bastantes años en el Teatro Real (desde su reapertura). Conozco muy bien las burocracias y trabas que hay que superar para obrar el milagro de subir un telón.


Así pues quiero manifestar mi rotunda solidaridad con todos los que aquí hacen posible que el telón se levante. Mi deseo en este momento no puede ser otro que el del diálogo: Siéntense, hablen, acuerden, pongan lo mejor de su parte para que todas las partes lleguen a entenderse, eso no puede ser más que bueno.


Este viaje que ha empezado ha sido discutible, e incluso “torpe” en la forma (porque sobre todo
se ha sido torpe conmigo), pero creo que puede llegar a ser interesante si desde ahora se hace bien, con otras maneras con luz de día y de cara. Porque creo en la segunda oportunidad. 


Mi intención es seguir luchando como he hecho siempre en todo lo que he emprendido, luchando por un proyecto que va más allá de los nombres propios. Un proyecto que es un género que es el patrimonio de todos.


Las ganas, el talante y la buena voluntad lo dirán, os prometo y lo digo con total sinceridad. Por mi parte cuentan con la mejor disposición y desde dentro o desde fuera “la zarzuela” su teatro y su gente tendrán en mi la gratitud y la lealtad hasta el final.


Estas palabras fueron recibidas, y agradecidas, por los asistentes con una especial ovación en la que se advertía no sólo el apoyo, sino el cariño y el agradecimiento al personaje.  J.P.M.


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